El consumidor de bebidas espirituosas en España cada vez más exigente y marquista
El mercado español de bebidas espirituosas presenta una ligera tendencia a la baja durante los últimos años. Las últimas cifras indican una reducción interanual en torno al 1%, llegando hasta Los 240 millones de litros comercializados. El valor total de ese mercado se acerca a los 7.600 millones de euros.
Los últimos datos sobre producción nacional la sitúan en 158 millones de litros anuales, lo que representa un peso del 1,5% en el total de la industria agroalimentaria y del 0,12% en el PIB español.
En cuanto a la distribución por productos,
el whisky continúa siendo la principal bebida espirituosa en el mercado español, acaparando el 31,8% de todas las demandas. El
whisky escocés acumula el 70% de la oferta entre los tipos estándar y prácticamente el 100% en la gama “premium”. En segundo lugar aparece el
ron, con el 14,1%, seguido por el
brandy, con el 13,1%. A continuación se sitúan la
ginebra (11,7%), el anís (6%), el
vodka (4,3%), el pacharán (3,7%), los
licores de frutas (3%), las
cremas (2,4%), el ponche (1,7%), el aguardiente de orujo (1,6%) y el
tequila (0,3%). El 6,3% restante es el porcentaje conjunto de todas las otras bebidas espirituosas.
El ron ha sido la bebida espirituosa que ha registrado un comportamiento más dinámico, ocupando ya el segundo lugar de las preferencias de los españoles, tan sólo por debajo del whisky, que ha perdido cuota de mercado (-2% en el último ejercicio). El consumo de ron ha experimentado un notable incremento interanual de más del 7%. El ron negro representa el 80% del total de los consumos de esta bebida. El brandy, por su parte, ha visto reducirse ligeramente su demanda. Los brandis de solera representan el 67% del total consumido, mientras que los reservas llegan al 26% y los grandes reservas al 8%.
La importancia del sector de las bebidas espirituosas en la economía española
Las bebidas con contenido alcohólico representan, actualmente, un 12,65% del gasto de los turistas en España. Así, y por su influencia en el turismo, se puede cifrar en 5.639 millones de euros el impacto de las bebidas alcohólicas en nuestra economía.
El sector de las bebidas espirituosas tiene un peso muy importante en la economía española en términos de generación de empleo, tanto directo como indirecto, debido a la influencia que esta industria tiene en la creación de puestos de trabajo en los sectores de la hostelería, el turismo y la agricultura.
El impacto económico del sector de las bebidas alcohólicas en términos de generación de negocio se extiende también a otros mercados de gran actividad como el publicitario. Las bebidas con alcohol se encuentran en el ranking de los principales inversores publicitarios, con una inversión de casi 163 millones de euros.
Las bebidas espirituosas representan casi el 50% de la inversión publicitaria total (47,1%) realizada por las
empresas de bebidas con alcohol, que con la cifra agregada de 162,7 millones de euros y un 2,4% de la inversión total colocan al sector como uno de los principales inversores publicitarios en nuestro país.
Patrones de consumo
El consumo de bebidas espirituosas per cápita mantiene una línea estable desde el año 2003. Con este consumo per cápita estable, es el crecimiento de la población, especialmente debido a la llegada de población extranjera, el que permite el aumento del consumo total.
En lo referente a la importancia de la población inmigrante en el sector de las bebidas con alcohol se encuentra condicionada por las costumbres y cultura de sus países de origen, aunque cada vez se asemeja más al patrón de consumo español.
Las “marcas de la distribución” son de gran aceptación entre la población inmigrante, ya que dada su alta sensibilidad al precio las adquieren más del 80% de los consumidores.
Con un consumo per cápita anual de 2,4 l.a.p (litros de alcohol puro), España se sitúa en la media de la Unión Europea (sólo está por encima en el consumo de vino).
El consumidor español responde al que podemos denominar patrón de consumo mediterráneo, caracterizado por un consumo moderado ligado a las relaciones sociales, y realizado de forma mayoritaria en el canal de hostelería (en el que se concentra el 82% del gasto y el 76% de los litros consumidos).
La evolución de la pirámide de población y el mayor poder adquisitivo han generado un cambio de hábitos que se traduce en que cada vez se consumen productos de mayor calidad de una forma más razonable y moderada. Los consumidores son cada vez más exigentes, apuestan por la calidad y están bastante bien informados. En general, nos encontramos ante un perfil de consumidor por el que todos apostamos: responsable, moderado y exigente.
Respecto a la frecuencia de consumo por bebida con alcohol en España, el mayor porcentaje de bebidas con alcohol a lo largo de la semana corresponde a la cerveza y al vino (69,6% de la cerveza frente al 33,8% de las bebidas espirituosas). Además, el
vino y la cerveza también son las bebidas con mayor repetición de consumo, teniendo las bebidas espirituosas una menor frecuencia de consumo.
Fuente: www.gondoladigital.com
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